
Tenía tiempo que quería escribir un post sobre este libro que leí a finales del año pasado titulado 1984 del escritor George Orwell, se trata de un seudónimo su verdadero nombre es era Eric Arthur Blair. Fiel a mi costumbre no revelaré detalles reelevantes sobre la historia, así como tampoco me gusta hacerlo para el caso de las películas; de cualquier manera trataré de plasmar mi opinón sobre este libro.
La historia se centra en un Estado totalitario del futuro en el año de mil novencientos ochenta y cuatro, obviamente un futuro que ya hemos alcanzado y rebasado. El libro fue escrito en el año de 1949, un año antes de la muerte de Orwell.
Junto al personaje principal Winston Smith vamos descubriendo los secretos que guarda muy celosamente el Estado y el por qué las cosas llegaron al punto en el que están, aunque esto último queda un poco nebuloso a final de cuentas. Uno de los puntos fuertes del libro es el ingenio que tuvo su autor para describir las herramientas tecnológicas y las técnicas subversivas empleadas por el Estado para llevar a cambo su cometido, el de conservar el poder a como de lugar como era de suponerse. En este sentido, el de las herramientas del Estado, Orwell introduce varias ideas ingeniosas (y más aún para su tiempo) que nos hacen reflexionar sobre nuestra vida cotidiana actual en la que constantemente parece que de alguna u otra manera se han implementado estos mismos esquemas, algunas veces matizados, algunas veces con pequeñas variantes, pero a final de cuentas pareciera que Orwell no estaba tan alejado de la realidad. Otro aspecto no menos interesante de la novela es el hecho de que el autor creó todo un apéndice en el libro dedicado a uno de los pilares de su obra: la neolengua, que era una especie de pseudolenguaje que introducía un conjunto de palabras compuestas que servían para hacer referencia a conceptos clave de la ideología del Estado.
El libro en sí supone una ácida crítica a los gobiernos socialistas a pesar de que el autor tenía inclinación por la izquierda. Debido a la fuerza que estaban cobrando por aquella época este tipo de gobiernos el autor decidió plasmar su descontento no sólo en este libro si no también en Rebelión en la Granja, del que ya escribiré después. A juicio de Orwell (pensamiento que comparto) estos gobiernos estaban implementado de muy mala manera los conceptos teóricos del socialismo y debido a esto acarreaban más problemas que beneficios a la gran mayoría de su población.
Definitivamente uno de los mejores libros que he leído, aunque mi historial en este sentido no sea muy amplio, de cualquier manera muy recomendable sobretodo si les gusta el género de la ciencia ficción y las historias fuertes. Ya mejor dejo de escrbir sobre el libro, que el Gran Hermano nos vigila.