desdegdl

Recientemente me entere de un pleito entre la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y Microsoft propiciado por la instalación de uno de los famosos chips que permiten leer backups de juegos en una de sus consolas.

La historia es la siguiente:

«Pepito» decidió instalar un chip a su consola con la promesa de que aumentaría las capacidades del aparato. En el proceso de instalación del chip algo salio mal y la consola dejo de funcionar.

«Pepito» sabia que su consola tenia garantía así que la envía a Microsoft para que la reparen, cosa que Microsoft se niega a hacer debido a que entre la clausulas para poder hacer valida la garantía hay una que la anula si se abre para realizar alguna tipo de modificación.

«Pepito» (que no es un tonto) va a la PROFECO y se queja del hecho. Para la PROFECO «Pepito» tiene razón y sanciona a Microsoft por no hacer valida la garantía. Microsoft se niega a pagar la sanción alegando un asunto de piratería y decide llevar el caso a los tribunales administrativos correspondientes.

Al final podemos ver la preocupación de Microsoft por que se les de la razón ya que de caso contrario se podría sentar un precedente para otros consumidores, cosa que no les seria nada conveniente.